domingo, octubre 31, 2004

Extremo por poco...



Sí, digo por poco porque además de por la lluvia que no paró en casi toda la tarde y hacía que nos pensáramos lo de ir desde Córdoba a Sevilla... A media tarde, poco antes de salir para allá, nos aparece una vecina diciendo que al vecino de abajo le habían forzado la puerta, estaba abierta de par en par y no estaba el dueño... Menudo susto... Tuvimos que llamar a la policia y esperar a ver qué había pasado...
Decidimos que entre la lluvia y lo que había pasado no era un buen momento para ir al concierto, pero claro tampoco lo sería para el que se atrevió a entrar en la casa del vecino para repetir su hazaña... Dejamos una luz encendida y nos fuimos para Sevilla.
Llegamos al exterior del auditorio con muchas ganas y hambre... nos paramos a comer un superbocata (lomo adobado, lechuga, zanahoria, maiz y patatas fritas) que entró muy bien pero más tarde volvería a salir... me sentó fatal...
Mientras comíamos nos tuvimos que poner a la cola porque fueron muy puntuales, así que nos perdimos las dos primeras canciones... el resto fue genial.
Ese Robe cantando e Iñaki metiendo saltos mientras tocaba la guitarra y de vez en cuando se le escapaba algo de Platero (Qué lastima que este grupo se haya separado).
Conclusión: mereció la pena ir hasta Sevilla porque no llovió en toda la noche y al regresar a casa, la puerta seguía en su sitio...
Y saborear,
si tú le das, todo tiene sentido;
y al despertar
te voy a cantar cositas al oído.